Narvel Roth (Joel Edgerton) pasa sus días cuidando meticulosamente la propiedad de Gracewood, propiedad de la adinerada viuda, Mrs. Haverhill (Sigourney Weaver). La próxima gala benéfica es la principal preocupación de Narvel, hasta que Mrs. Haverhill le solicita que tome a su problemática sobrina, Maya (Quintessa Swindell), como aprendiz. Narvel acepta, con la esperanza de inspirar a la veinteañera rebelde.
Mientras Narvel pasa los días cuidando los opulentos jardines, sus noches a menudo las pasa cenando con Mrs. Haverhill, quien también es su amante ocasional. En un acto de generosidad, Mrs. Haverhill promete que, después de su muerte, Narvel será cuidado y permanecerá como el jardinero en Gracewood.
Aunque Narvel puede planificar y controlar meticulosamente sus días, las noches del jardinero están plagadas de flashbacks a otro tiempo en su vida. Narvel alguna vez fue un sicario para supremacistas blancos, y mató a varios hombres y mujeres por órdenes del Viejo. Cada mañana al vestirse y cada noche al desvestirse, debe enfrentarse a los tatuajes racistas que adornan su cuerpo, recordándole su pasado odioso.
Ya sea por caridad o atracción sexual, Mrs. Haverhill acogió a Narvel hace mucho tiempo después de que él entrara en protección de testigos al traicionar a sus antiguos camaradas supremacistas blancos.
Mientras Maya aprende su nuevo oficio, forma un vínculo con Narvel, sin saber de su pasado odioso, para disgusto de Mrs. Haverhill. Narvel intenta reparar la relación rota entre las dos mujeres, pero su plan fracasa. Maya se refugia en su problemático pasado.
Narvel se desespera por ayudar a esta alma aparentemente perdida, incluso recurriendo a su oficial de protección de testigos, Neruda (Esai Morales), en busca de ayuda con una banda de narcotraficantes que atacaron a Maya.
A medida que el afecto de Narvel por Maya aumenta, también lo hace el desprecio de Mrs. Haverhill hacia su sobrina. Finalmente, Mrs. Haverhill los expulsa a ambos de Gracewood y a la intemperie, donde los pasados de Narvel y Maya amenazan con consumirlos.
A pesar de las adversidades, su amor crece, pero también lo hace el temor de Narvel de que Maya descubra su secreto y ponga en peligro no solo su redención, sino también la de Maya.
